El gluten, como indicábamos, es una proteína que se encuentra en la semilla de muchos cereales, combinada con almidón.
Entre otros está presente en el trigo, cebada, centeno, espelta, triticale y posiblemente, también, en la avena. Es el responsable de la elasticidad de la masa de harina, y confiere la consistencia elástica y esponjosa de los panes y masa horneados. Es decir, es una proteína muy presente en la alimentación habitual del hombre. Pastas, panes, salsas o determinadas bebidas cuentan en sus ingredientes con el gluten.
La enfermedad celíaca es una intolerancia permanente a esa proteína, que se presenta en individuos genéticamente predispuestos, caracterizada por una reacción inflamatoria, de base inmune, en la mucosa del intestino delgado que dificulta la absorción de macro y micronutrientes. Para evitarlo, además de eliminar de su dieta el gluten, los celíacos debe basar su dieta en los alimentos que no contienen gluten en su origen: carnes, pescados, huevos, leche, cereales sin gluten, como el arroz y el maíz, legumbres, tubérculos, frutas verduras, hortalizas, grasa comestible y azúcar.