Atarés

Esta población, pedanía de Jaca, se sitúa en un pequeño valle entre Peña Oroel y la sierra de San Juan de la Peña.

Galindo II Aznárez conquistó el valle del Atarés en el 913, contribuyendo a fijar la frontera del condado al sur de la sierra de San Juan de la Peña, protegida por una línea fortificada de la que Atarés formó parte (en el 931 por García Fortuñón).

Pasó a la familia real aragonesa y en 1188, Alfonso II permutó villa y castillo al monasterio de Santa Cruz de la Serós por las villas de Aísa y Villanúa. Jaime I otorgó el lugar como señorío en el siglo XIII a los Sanz de Latrás, a quienes perteneció hasta el XIX. En 1625 el señorío recibió el título de condado.

La iglesia parroquial de San Julián se edificó en el siglo XVI sobre otra románica de la que quedan vestigios en el muro occidental.

La imagen de Nuestra Señora de Atarés (siglo XII) se ha hallado recientemente. No quedan restos del antiguo monasterio altomedieval del Santo Ángel, pero sí se conserva la ermita de San Miguel, ya documentada en el año 1077.

Su casco urbano se extiende sobre la ladera del monte. Junto a la plaza de la iglesia se halla la casa de los condes de Atarés (siglo XVII); las construcciones conservan los tejados de losas y las típicas chimeneas troncocónicas y algunas patios empedrados y pozos, además de puertas y ventanas pétreas.

Se conservan, restaurados, el horno de pan y el lavadero, que ofrece una fantástica vista de Peña Oroel.

Torre del Boalar (Bien de Interés Cultural)

Desde la carretera que conduce a Atarés se aprecia la silueta de la torre de Boalar. Ésta podría corresponder a los restos de una fortificación medieval del conde Galindo y que formaba parte de una serie de fortalezas que defendían la entrada de los valles en la zona dominada por el Islam. No obstante esta torre fue construida durante los siglos XIV y XV para vigilar el camino entre Jaca y Pamplona. Tiene planta rectangular de 7 por 8 metros y considerable altura.

Situada al borde de un espolón rocoso que la hace inaccesible por su lado norte, con un foso artificial y un recinto hoy muy rebajado en altura. Cuatro plantas, incluyendo el cadalso que pudo ser un recrecimiento por la diferencia en la obra.

En la fachada norte se abre un ventanal geminado con arcos conopiales y aristas molduradas, como la puerta situada en menor altura.

La Torre de Boalar de Atarés está incluida dentro de la relación de castillos considerados Bienes de Interés Cultural (mayo de 2006).

Información : SIPCA y Gobierno de Aragón